El cuerpo y sus zonas escondidas

El cuerpo tiene muchas zonas obvias que se ven, que queremos enseñar… y otras escondidas y perdidas. Estas últimas reciben poca energía al estar perdidas, también para nuestra consciencia, y el yoga trata de dar a todo. Todo el cuerpo es igual de importante, todas sus partes, las escondidas y las protagonistas. 

En estas últimas sesiones hemos sacado «a la luz» la zona del suelo pélvico. Una zona muy importante por varias razones:

A nivel fisiológico es importante destacar, que esta zona ha de mantenerse con tono muscular para sujetar los órganos abdominales. Esta función es importante porque, con el tiempo, estos órganos se van descolgando y perdiendo capacidades de funcionar correctamente.

A nivel físico mantiene nuestra columna recta, ya que el perineo lleva la zona abdominal baja hacia la espalda, por lo que ayuda a deshacer la curvatura lumbar exagerada y con esto, deshacer la curvatura dorsal también. Llevar el perineo mirando hacia el suelo nos aporta una mejor alineación de la columna.

A nivel digestivo es una zona muy interesante, porque tiene al parasimpático pelviano que le da a esa zona final del intestino la capacidad de moverse y soltar. El sistema parasimpático tiene al nervio vago, pero este no llega hasta esta porción distal; para movilizar esta zona es necesario este movimiento o contracciones del suelo pélvico…interesante para los estreñidos.

Si concretamos un poquito más, los yoguis le dan especial importancia a hacer contracciones del ano después de evacuar, para mantener esta zona sana. A lo mejor podría ayudar a las personas con el colon algo rebelde… Dicen que ayuda a limpiar esta última porción, incluso hay técnicas más profundas de limpieza, como absorber agua por el ano, que parece algo muy exótico, pero dicen que lo hacía el mismísimo Camilo José Cela…

Si lo del agua nos resulta algo lejano, pero nos llama la atención este trabajo, puedes simplemente observar los dos esfínteres en contracción y relajación, uno externo y el otro un poco más profundo. Simplemente notar el movimiento de los dos unas 15 veces después de evacuar, nos puede ayudar mucho.

A nivel energético esta zona, cuando se activa, despierta nuestra energía vital. ¡Qué importante se vuelve este punto si actúa cerrando un lugar de pérdida de energía constante! Nos puede ayudar mucho.

A veces a las embarazadas las hacen (o hacían) un corte en este área, para un parto más fácil, y luego se sienten agotadas en el postparto. ¿Quizá más agotadas que las que no han recibido el corte? Lo que se explica por una pérdida de energía constante en esa zona.

Esta zona nos permite conectar con el presente, con el cuerpo, y el cuerpo con el presente. Nuestro cuerpo se hace más protagonista y nuestra mente menos.

Por último, pero no menos importante, esta zona es el inicio de la subida de energía. Porque la energía puede ir hacia arriba y ser positiva y darnos claridad, o puede ir hacia abajo y darnos negatividad. Si trabajamos esta zona, unos minutos al día, podremos colaborar a no entrar en un estado de desidia, de autocrítica o de pensamientos negativos. Puede llevarnos a nuestra mejor versión, más hacia la luz.

Cuidado con las zonas escondidas, a veces son las más importantes 😉