Hemos dedicado dos semanas a trabajar con el pranayama Ujjayi.
La primera semana fue con una de sus traducciones, respiración oceánica, trabajando su aspecto mental. Ujjayi evoca el sonido del océano al estrechar las vías respiratorias para ralentizar la respiración y genera un estado parecido a cuando vas al mar. Calma. Te calma la mente, te ayuda a estar en el presente, a contar antes de saltar…
La segunda semana hemos trabajado con su otra traducción, respiración victoriosa. Después de abordar el estado mental hemos entrado en otros dos aspectos. El físico y el energético.
La parte física se ha centrado en el cuello, al ser el lugar principal donde estrechamos glotis para respirar más lento. Desde la glotis hemos profundizado para atender a las cuerdas vocales, los músculos y vértebras del cuello, los gánglios linfáticos y la glándula tiroides, llegando hasta la lengua, mandíbula y toda la cara.
Por eso, esta segunda semana apareció la postura del león o Simbhasna que estira toda la lengua en la parte dorsal e irriga los gánglios linfáticos, así como estira los músculo de la la cara y Kechari mudra que estira la lengua en su parte ventral. También apareció la esfinge con apoyo, para equilibrar a la glándula tiroides, así como nuestro querido arado, para el trabajo en profundidad de los músculos y vértebras de esta zona cervical.
Por otro lado, estas sesiones han venido acompañadas de dos soportes: el taco o bloque y la silla. Ambos nos han permitido conectar en profundidad con varias posturas como el puente o Sethu Bandhasana, Viparita Karani mudra o el propio arado. Estos soportes nos permiten estar más tiempo en la asana o incluso poder realizarla y respirar, activando esta respiración Ujjayi de manera inconsciente, ya que son las propias posturas las que te llevan a respirar así si estás el suficiente tiempo en ellas. Gracias a los soportes, la hemos encontrado.
Pero también la hemos realizado a nivel consciente, activamente aprendiendo a cerrar esa glotis para que no sólo en las asanas, sino en cualquier momento del día, podamos despertar esa calma mental y alinear el cuello con respecto a los hombros.
Este trabajo ha sucumbido en el despertar de la energía de esta zona del cuello, el quinto chakra, ayudándonos a expresar lo que tenemos dentro. De poder volver a escuchar.
Unidas las dos semanas, el trabajo a nivel mental, físico y energético de Ujjayi, más el trabajo con los soportes, ha finalizado con el despertar de la mente superior. Un trabajo físico de determinadas áreas del cuerpo, un trabajo del calmar a la mente repetitiva y un trabajo energético nos han llevado a despertar a la mente superior, poder crear pensamientos, no vivir en esos pensamientos repetitivos basados en experiencias del pasado sino a tener ideas 🙂
Así que, quizá después de estas dos semanas, tras darle vueltas a algún tema durante tiempo, en estos días te venga la idea, la solución, se vaya despertando una manera nueva de pensar, fruto de tu práctica.
Namasté
Ara