Llegó el covid a nuestras vidas.
Llegó en uno de esos momentos de aceptación de la vida con lo que traiga. De no engancharse ni un instante al «por qué ahora?» «ni me viene mal o bien en este momento»
Llega y lo aceptas.
Lo primero que sentí a nivel energético es la falta de energía en el primer y segundo chakra. Un dolor muy diferente recorría mis piernas y la zona lumbar. Era un dolor profundo, como un calambre, que invadía cada célula de las piernas. Ya me pasó esta sensación en un brote de esclerosis múltiple en 2004 y me orinaba sin darme cuenta, lo mismo me ha pasado ahora. Me puse calor en la zona pues la notaba fria, perdida, como un bloque perdido y meditaba…respiraba en el primer chakra y en el segundo y en los dos. Largo rato. Donde no había energía. Donde algo la había drenado. Ahí me quedaba.
También me hacia acupuntura para revitalizar el meridiano de riñón- vejiga- pulmón e intestino grueso.
Caminaba y movía las piernas muy suave y hacia un yoga muy lento, lentísimo como si fuese una anciana de muchos años…hacia yoga también solo con la respiración y el primer chakra volvió y la capacidad de retener la orina apareció pero ese dolor «raro» seguía presente que yo asociaba al segundo.
Me centré mas en el segundo chakra, seguía haciendo yoga, pranayama, tai chi, despertaba con posturas hacia delante y atrás y notaba como el dolor desaparecía en algunos momentos de manera casi instantánea y aparecía un calor amable en la zona lumbar para desaparecer de nuevo y alternar con el dolor. Como si le das a un interruptor ese dolor se alternaba con el calor. Al principio estaba el dolor un 90% del tiempo y un 10% el calor, el dolor iba pasando a 20% y el calor a un 80% hasta que llegó un momento en el que llegó al 100% de calorcito y la zona se notaba restaurada. Al día siguiente apareció el tercer chakra pidiendo mimos así que a partir de ahí volví a atenderlos a todos y restaurar el flujo de energía en equilibrio en todos los chakras.
Al hacer mi sadhana cada día y estar en contacto con mis chakras, se puede ver como te puede acompañar esa escucha para reestablecer el equilibrio cuando un virus te lo quita.