A veces siento que la vida se acelera. Muchos acontecimientos a la vez, emociones entremezcladas, eventos y quehaceres.
A veces hay calma. Todo está ordenado y tranquilo hasta parado incluso.
Soy consciente de que no puedo cuando la vida se acelera que vaya mas lenta y al revés. Es como que ella tiene su ritmo, impredecible. Y me he dado cuenta también que dá igual si lucho, o intento cambiar su ritmo, de nada sirve. Ella sigue siempre el suyo propio.
Comparado con la vida me recuerda a un rio que a veces tiene cascadas y a veces el agua está casi estancada.
Yo no controlo el rio pero si la capacidad de estar en el, fluyendo. Viviendo la parte del rio que me toca vivir. Así de fácil o de difícil si te enganchas a una rama porque no quieres seguir el cauce del rio.
Igual hay que simplemente soltarse y que la corriente me lleve, esa es la mejor solución que he encontrado y la herramienta para hacerlo es mi practica día a día que tímida parece que no hace mucho pero fluir es uno de sus cambios.
Namasté.