Esta semana hemos trabajado la cadera. No. En realidad trabajamos todo el cuerpo pero en esta ocasión hemos sido conscientes del trabajo de apertura de la cadera.
La cadera, conforme pasan los años si no hacemos trabajo con ella, se van acortando los diferentes músculos que están en y alrededor de ella y se vá bloqueando. Este bloqueo conlleva a una menor movilidad cuando caminamos, por lo que las rodillas trabajan un poquito mas para compensar por lo que se resienten y acaban boqueándose esta vez por un exceso de trabajo. Y caminamos con los tobillos. Bloqueadas las caderas y las rodillas, solo caminamos con los tobillos que eventualmente acabarán bloqueados también. Todos conocemos alguna persona mayor que arrastra los pies al caminar ya que todas las articulaciones de la pierna se han bloqueado. Simplemente con dar conciencia a la cadera ya vuelve a estar presente en el movimiento y si además la abrimos, soltamos y estiramos en su justa medida, recuperamos la fluidez en todas las articulaciones de la pierna.
Tengo claro que si trabajásemos solo la cadera o solo nuestra parte física no estaríamos haciendo yoga sino un estupendo estiramiento físico, lento y duradero. Cuando hacemos yoga trabajamos lo físico y también lo emocional. Siempre. Por eso en esta sesión, al flexibilizar la cadera movemos las emociones mas reprimidas, esas que se quedaron ahí en la infancia, que se asentaron en la inconsciencia… y al mover a la cadera, se movilizan ellas también, se sueltan un poquito.
Pero no queda ahí. Esas emociones estaban condicionando a nuestros pensamientos y tiñen cada pensamiento que gestamos. Por ejemplo si esa emoción inconsciente es el miedo, los pensamientos tendrán ese color, haremos todo de una manera precavida, incluso poco fluida, condicionados por esas emoción. Al mover estos condicionamientos del pasado… la mente piensa mas libre.
La práctica de yoga es siempre un trabajo físico, emocional y mental.
El yoga trabaja a estos tres, porque somos esos tres juntos y es cuando los separamos cuando puede empezar el desequilibrio. Por eso el yoga es la integración de todo nuestro ser. La recuperación de la salud física, mental y emocional.