La respiración no miente. Los pensamientos a veces se lían en cuanto a decirnos como estamos pero la respiración es clara y curiosamente es hacia la mente a donde vamos a ver como nos encontramos.
Si podemos observar la respiración de vez en cuando ella nos puede decir si estamos inquietos o con ansiedad o tranquilos y relajados.
Esta semana y semanas atrás, hemos estado observando a la respiración cuando llegábamos, sin cambiarla y aprendiendo a verla sin ninguna modificación.
Eso es lo que hace la sesión, equilibrarnos la respiración a través del equilibrio de los nadis y el fluir de la energia. Así, cualquier bloqueo en estos nadis causado por una emoción, con la sesión de yoga y la relajación, vuelve a fluir sin llegar a somatizarse en el cuerpo. Por ejemplo ante una situación de enfado, la energia se bloquea y luego puede somatizarse en forma de contractura en el cuerpo. Si movemos ese bloqueo de energia en la sesión, esa emoción no somatizará en el cuerpo.
Hemos hecho nuestra sesión y al final hemos vuelto a observar como está la respiración, si está igual que cuando llegamos o algo mas equilibrada… hemos comprobado el efecto de la sesión, no en una mente mas relajada, sino en el «sensor» real que es la respiración.