Las tormentas hacen que la gente se encuentre mejor. No durante la tormenta (sobre todo si te pilla en la calle) después. El efecto que generan estas tormentas otoñales es de descarga, somos parte de la naturaleza y si ella suelta tensión, nosotros también. Esa unión con la naturaleza es lo que hemos hecho en nuestra sesión. Hemos sentido esa descarga internamente… a nivel emocional y a nivel físico en cuello y hombros. Nos hemos liberado de aquellas cargas que nos cogemos y que luego no sabemos como lidiar con ellas. Se ponen en los hombros y esta semana los hemos descargado.
Por otra parte, las tormentas te dejan otro elemento que hemos aprovechado en nuestra sesión y es ese aire mas limpio, de mejor calidad que podemos captar a través de respiraciones mas conscientes.
Podemos hablar de oxígeno mas limpio y mejor funcionamiento del cuerpo gracias a una mejor «gasolina»o podemos hablar de PRANA o energía vital, según la terminología yogui, que al ser de mejor calidad después de las tormentas lo captamos a través de la respiración y nos confiere mas energía. El resultado es un cuerpo funcionando mejor y un ser menos cansado.
Asi que las tormentas nos dán ese doble beneficio… descargamos por aliviar la tensión igual que hace ella y nos encontramos mejor al tener un oxígeno o prana de mejor calidad.
Que bueno el otoño…