La zona del pecho que hemos trabajado esta semana es necesaria hacerla consciente de vez en cuando porque podemos hacer una sesión de yoga sin poner conciencia y moverla solo pasivamente. Y así podemos hacer muchas cosas en la vida, sin mover la zona dorsal. Tenemos dos áreas que se mueven en exceso al lado de esta, la zona cervical y la zona lumbar. Ambas estan hipermóviles y la zona dorsal se va cada vez aquietando mas.
Y con ella nuestro amor.. se va quedando quieto… y nuestros miedos… como congelado todo.
El movilizar el pecho es siempre liberarnos.De lo que sea que hay ahí. Eso es lo bueno del yoga y la meditación. Vamos trabajando el inconsciente, vamos limpiando el trastero.
Y eso nos va hacer sentir mejor y vamos a poder ser mas libres. Cada sesión, un poco mas libres.
Cuando yo fuerzo a mi cuerpo a que adquiera una postura con la mente( o alguien de fuera me dice que cambie la postura) lo hará mientras la mente le tiraniza, pero en seguida volverá a la postura de siempre. Quizá haga una práctica, como hemos hecho nosotros dedicada a esta zona, y despues siga con mi chepa, pues quizá tenga mas cosas que resolver a nivel emocional y hasta que no las resuelva volveré a mi postura de siempre. Nuestro cuerpo y su forma tiene una conexión emocional. Por eso en yoga le enseñamos al cuerpo, le mostramos otras maneras de colocarse, una y otra vez y cuando nuestra parte emocional esté preparada para hacer ese cambio, cambiaremos nuestra conducta postural. El cambio ocurre de dentro a fuera. Ese es el cambio de verdad.