A veces se viven experiencias intensas en la vida. Te sacan de tu rutina y luego vuelves a ella un poquito distinto. Cuando Pienso sobre ellos me digo que sería agradable estar mas tranquilos, sin altibajos, pero cuando los siento entiendo porqué están aquí y en ese momento es cuando mi ser capta toda la esencia de ese momento y aprende y crece y entonces agradezco que estén ahí.
Mi trabajo interior, mi trabajo de cada día, me permite tener energia para esas sensaciones y no que se vaya a los pensamientos..
En esos momentos uso la energía de reserva que he acumulado por mi trabajo personal diario, como si tuviera un saquito de reserva para estas ocasiones, y entiendo por qué hago mi práctica cada día aunque no me apetezca, haga frio, esté cansada u otras mil cosas mas que mi mente me dice. Ese saquito merece la pena.
Y cuando salgo de ese momento intenso y siento esa evolución, estoy mas preparada, espiritualmente mas despierta y con ganas de seguir adelante, volviendo a llenar mi saquito de arena en la rutina hasta el siguiente momento intenso.