por qué cuesta tanto meditar

Llevo ya unos años meditando  cada dia y muchas personas me preguntan como empecé, como encontré la manera de empezar y continuar…. la verdad es que había empezado muchas veces y después lo había dejado pues me convencía de que había líos en mi vida y no tenia mucho tiempo para hacerlo.

Con perspectiva puedo decir que  meditar resulta dificultoso por dos aspectos.

El primero es ponerse a meditar. Recuerdo que mi cabeza siempre encontraba una excusa… siempre había algo que hacer mas importante! Esta fase la superé entendiendo que no hay nada mas importante que estar contigo mismo porque así es como vamos a entender todo lo demás. Esta afirmación me ayudó mucho pues estando yo bien todo lo demás está bien. Seguro. Porque la vida no es difícil por las circunstancias que nos rodean sino por como nos enfrentamos a ellas.

Una vez resuelta esta primera dificultad antes de empezar a meditar, aparece la segunda durante la meditación. Las personas nos hemos idealizado, solo vemos una parte de los que somos, no vemos la realidad y cuando paramos y miramos hacia dentro lo primero es… susto!! No reconocemos aquello que vemos porque vemos la realidad. Nuestra cabeza danzando de un pensamiento a otro…personas que queríamos olvidar una y otra vez en nuestra cabeza…desorden….egoísmo…. y toda esa imagen que nos habíamos hecho de nosotros (basada en el exterior) no está en ningún lado ahí dentro. Y eso no gusta. Así que me pregunto: para que voy a meditar si me revuelve?

La respuesta es porque al meditar toda esa estructura que he creado de mí se va agrietando, va desapareciendo  y empieza a nacer una nueva. No quiero ser una persona como he idealizado, simplemente ser yo, conocerme y entenderme….Solo así podré deshacerme de ese egoísmo u obsesión, cuando lo entiendo que eso soy yo y lo acepto.

Meditar no es dejar la mente en blanco, es aceptar todo lo que la mente te trae. La meditación nos acerca a lo que realmente somos y nos saca del autoengaño en que vivimos.Nos devuelve  nuestra autenticidad.

Ánimo.

Ah y no trates de hacerlo mal o bien, solo hacerlo 😉

Namasté.