Autor: arantxayoga

  • Retiro de yoga 25, 26 y 27 de Abril

    Me hace mucha ilusión hacer un retiro. Muchas veces lo he tenido como intención pero ha sido este el momento. El momento en el que algunas personas han conseguido materializar este evento. Todo está fluyendo muy fácil y es mi intención corresponder así con mi yoga en este lugar.

    Por mi parte yóguica tengo intención de hacer yoga en grupo y por parejas, estar juntos tambien en nuestra práctica….animarnos un poco mas activamente con shirasana (el pino),dar paseos conscientes y practicar la meditación además de adentrarnos en el pranayama….
    Además me gustaría tejer y hacer algo de masaje ayurvédico…..

    El sitio es, según tengo entendido, muy lindo. Solo he estado en los alrededores, no en Losar de La Vera, pero Valverde de la Vera y pueblos cercanos, me han parecido preciosos…esperamos ver algún cerezo en flor todavía.

    Si estaís interesados, todavía estaís a tiempo, ya sabeís aquí todo es un poco con flexibilidad y cariño y vamos avanzando ya casi 10 años de esta manera….

    Namasté.

  • meditación

    Menos acción, más meditación

    MIRIAM SUBIRANA 5 FEB 2012
    Las prisas y los continuos ruidos que provienen del exterior distraen nuestra atención y energía. Reservar unos momentos para meditar nos aporta beneficios cognitivos y psicológicos.

    La meditación es el camino para aquietar y silenciar las maquinaciones de la mente complicada. Meditar es restaurar el estado de nuestra verdadera naturaleza interior para vivir en armonía. Nos abre a la comprensión intuitiva y a un alto grado de concentración, que no se basa en el pensamiento racional. Es una forma de acallar los ruidos que distraen nuestra atención y energía constantemente.

    La meditación ofrece múltiples beneficios comprobados científicamente. Un equipo de psiquiatras, liderado por el hospital General de Massachusetts, realizaron un estudio que documenta cómo la práctica de la meditación afecta positivamente a nuestro cerebro. Según sus conclusiones, publicadas en Psychiatry Research, seguir un programa de meditación durante ocho semanas puede provocar considerables cambios positivos en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Lo que hasta ahora pertenecía al ámbito espiritual nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y salud.

    Visualizar ayuda a superar hábitos saboteadores, intensifica la automotivación y concreta y clarifica sus metas

    «Aunque la práctica de la meditación está asociada a una sensación de tranquilidad y relajación física, los médicos han afirmado que la meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que persisten durante el día», explica la psiquiatra Sara Lazar, autora principal del estudio.

    Meditar nos da la experiencia de serenidad y concentración esenciales para la construcción de una auténtica autoestima y para afianzar la confianza en uno mismo y en los demás.

    DEBIDO A NUESTRA ADICCIÓN a la acción, no vemos el valor de sentarnos un rato en silencio contemplativo. La meditación bien practicada ofrece resultados relativamente pronto. Se puede meditar en grupo y con los ojos abiertos. Alguien nos puede guiar en la meditación, pero no necesitamos un maestro. Es bueno canalizar bien el pensamiento y no necesitamos un mantra para hacerlo.

    En definitiva, no hay excusas para no meditar. Nos frenan la adicción a la acción, la pereza y la falta de visión. Estamos acostumbrados a presionarnos, a actuar cada vez más rápido, y así creemos que no tenemos tiempo. La disponibilidad del tiempo y cómo se usa es decisión de cada uno. «Tengo amigos empresarios que meditan brevemente entre reunión y reunión, unos segundos», nos explica Gaspar Hernández. «Esta sencilla práctica les ha cambiado la vida. Dejan de ser esclavos de las circunstancias externas».

    Para empezar, cree un lugar de paz. Resérvese un lugar en casa que pueda usar para meditar, aunque solo sea un sillón. Y, a ser posible, hágalo también en su lugar de trabajo. Coloque en ese lugar dos o tres objetos que representen para usted la paz. En ese espacio tendrá la oportunidad de preparar el día cada mañana y, por la noche, descargar su mente de los pensamientos, sentimientos o vivencias que le carguen de malestar.

    Dedíquese durante un par de minutos a crear y establecer las reglas mentales para su espacio de meditación. Imagine que el espacio está rodeado de una burbuja invisible. En el momento que entra en la burbuja deja de preocuparse, de recordar el pasado, de juzgar y criticar. Si advierte que vuelve a caer en esos hábitos, regrese con suavidad a un espacio interior libre de esos impulsos mentales.

    Mike George, coucher de inteligencia emocional, nos explica de forma resumida los siete hábitos que pueden sabotear su meditación y retrasar la recuperación de la paz interior: 1. Preocuparse. 2. Pensar en el pasado. 3. Juzgar. 4. Criticar. 5. Culparse. 6. Ser catastrofista. 7. Dudar.

    Siga el consejo de Anthony de Mello, jesuita famoso por sus libros de espiritualidad: «Medita, contempla los muros; observa tus ideas, tus hábitos, tus apegos y tus miedos, sin emitir juicio ni condena de ningún tipo. Limítate a mirarlos y se derrumbarán». Visualizar le ayudará a superar esos hábitos saboteadores. Consiste en crear imágenes positivas en su mente fortaleciendo su voluntad para alcanzar aquello que afirma con una buena actitud. Con la visualización intensifica las experiencias de afirmaciones positivas y de automotivación. Visualizar le ayuda a concretar y a clarificar sus metas. Por eso, muchos deportistas olímpicos utilizan esta técnica.

    Puede crear y escribir afirmaciones acerca de lo que le hace sentir pleno:

    – Confío en que cada desafío aparece porque soy capaz de afrontarlo.

    – Soy libre para decidir cómo me siento y para ser feliz.

    – Respeto mi intuición.

    – Soy fuerte y puedo ser. Yo puedo.

    – Me atrevo a ser diferente.

    – Creo en mí.

    Escriba sus afirmaciones, y cada mañana medite sobre ellas para vivirlas durante el día.

    EMPIECE A MEDITAR. Encuentre un lugar tranquilo y acogedor. Una música suave y una luz tenue pueden ayudarle a crear un ambiente adecuado. Siéntese cómodamente, manteniendo la espalda recta y relajada. Respire hondo y relaje los hombros y brazos. Con los ojos abiertos, elija un punto enfrente de usted y descanse ahí la mirada. Así no se dormirá.

    Cuando el cerebro pasa de crear ondas beta (de acción) a ondas alfa (de relajación) tiende a dormirse. Meditar con los ojos abiertos le ayuda a entrar en un estado de ondas alfa sin dormirse. Las ondas alfa regeneran el sistema nervioso, inmunitario y hormonal.

    Gradualmente aparte su atención de todas las distracciones. Dirija su atención al interior del entrecejo. Observe sus pensamientos, no los juzgue ni se deje llevar por ellos, solo obsérvelos. Decida crear pensamientos de paz. Sienta su presencia. Repita pensamientos e imágenes positivas referidas a su persona formulados como afirmaciones. «Soy un ser de paz», «soy vida». Déjese inundar por la serenidad. Reconozca los buenos sentimientos que surgen. Visualícese siendo así en sus relaciones y circunstancias habituales. El poder de la visualización meditativa radica en ayudarnos a crear la realidad que visualizamos. Observe su respiración y termine su meditación cerrando los ojos durante unos instantes, creando un silencio completo en su mente

    1. Libros

    – ‘Misión de amor. Viaje espiritual de un médico’, de Roger Cole (Kier).

    – ‘Transformar la ira en calma interior. Claves para recuperar tu equilibrio emocional’, de Mike George (Oniro).

    – ‘A la luz de la meditación. Una guía para meditar y alcanzar el desarrollo espiritual’, de Mike George (Kier).

    – ‘La meditación. Introducción a la técnica, sus tradiciones y sus beneficios’, de Erica Smith y Nicholas Wilks (Oniro).

    2. Película

    – ‘El fin es mi principio’, de Jo Baier.

    3. Música

    – ‘El mejor álbum de relajación del mundo’ I y II, de varios autores (EMI-Odeón).

     

    Detenerse, observar, reevaluar, controlar pensamientos y sentimientos y cambiar creencias requiere energía. No una energía que obtendrá de fuera, sino la energía de la verdad que lleva dentro. Cuando lo olvidamos, nos contaminamos con el estrés y las preocupaciones innecesarias y aparecen los miedos que nos bloquean. Necesitamos mirar hacia dentro y aprender a nutrir nuestro ser. Para conseguirlo hay que dedicarle un tiempo. Igual que cada día reservamos un rato para comer y cuidar el cuerpo; nos debemos preguntar qué alimento le damos a nuestra mente para que cree pensamientos positivos que produzcan sentimientos de bienestar.

  • INTUICIÓN

    La intuición no es algo como el pensar. Es algo innato que no hay leer para saber como es ni algo que aumenta a medida que nos hacemos mayores. La intuición siempre está ahí. Alguien de clase me preguntaba como trabajar la intuición, la intuición no se trabaja, lo que se hace es despertarla.

    Como la despertamos?

    Lo primero es bajar nuestros pensamientos porque ellos se colocan por encima, cuando ellos bajan nos escuchamos mejor. Los pensamientos a veces son como un ruido de fondo que no nos deja escuchar bien la melodía que suena.Estamos muy acostrumbrados a pensar, pensarlo todo, desde que mis temas de trabajo, mi relación con otras personas, lo que debería hacer con mi cuerpo…

    Una vez podamos controlar los pensamientos, la intuición Se «oye» mejor.Se puede empezar a sentir. La hemos despertado.

    El tercer paso sería utilizarla.Integrarla en mi vida. Empezar a contar con ella.

    Como decía muy bien Rosalia utilizamos solo un brazo que nos ayuda, el pensar nos ayuda mucho en diferentes situaciones, pero saber que también tenemos otro brazo, nuestra intuición y si pudiéramos utilizar los dos, podriamos entender mucho mejor las cosas que la vida nos trae.

    El yoga nos ayuda justo a esto. Practicamos como bajar nuestros pensamientos, nos enseña a pensar cuando queremos, así nuestra intuición se hace mas presente. Una vez está ahí podemos integrar los dos herramientas la mental y la intuición,  El yoga nos ayuda a tener dos brazos.

  • Chimeneas…

    Que tendrá el fuego? Y las chimenas en concreto. En estos días medito en él. Cada fuego es difente, cada rato, incluso cada minuto. Todo esto me transmite paz. Igual el fuego es como nuestro cuerpo siempre en movimiento, las células , los órganos…todo internamente se mueve. Está en constante transformación. Como el fuego. A nivel externos nuestras vidas están en constante movimiento también.Aparece gente que luego se vá, aparecen emociones que luego se ván. El fuego fluye, no se resiste, nosotros a veces no queremos transfomarnos ni fluir. Sería bueno observarnos y ver cuando una emoción se engancha, dejarla fluir, hasta el dolor mas grande que nunca crees que se irá también se irá.Y luego otro tronco y otro y otro… y todos con mas o menos tiempo se desvanecerán. Y en ese movimiento, en esa transformación, tambien podemos encontrar nuestra paz. Como el fuego.

  • Articulo de Elvira Lindo.

    Este es un artículo que me ha mandado una de vuestras compañeras. Yo ya había leido sobre una alemana que hablaba de como los móviles habían hecho grandes avances en la sociedad pero como nos sacaban del presente. Este artículo de Elvira lo explica a su manera. Gracias María por compartirlo.

    NO ME QUIERAS TANTO. Elvira Lindo.

    De un tiempo a esta parte quedo con personas que, en realidad, no tienen un gran interés en charlar conmigo. Esto podría minar mi autoestima pero una suerte de optimismo insensato me lleva a pensar que amar y no hacer ni puto caso pueden ser compatibles. Yo sé que esas personas que no muestran mucho interés en hablar conmigo me quieren. Si no fuera así, entendámonos, no quedaría con ellas. Esas personas me escriben mensajes rebosantes de cariño: por e-mail, por sms, por Whatsapp, por Facebook, por activa y por pasiva. Y en esos mensajes hay frases tan apasionadas que parecen extraídas de un bolero. Son frases que antes en España no se decían pero que, ahora, gracias a la revitalización del género epistolar propiciado por las nuevas tecnologías, están en auge. Esas personas me dicen que me adoran. Que me adoran y que cuentan los días para verme. Que cuentan los días y que me quieren. Que me quieren y que nos va a faltar tiempo en una cena para contarme todo lo que me tienen que contar. Que nos va a faltar tiempo y que están deseando conocer mi opinión. Que desean conocer mi opinión y que nadie como yo para compartir este y otro secreto. ¿Y por qué? Porque soy adorable. Eso me dicen. El mundo de la tecnología ha bolerizado el género epistolar. Ha generalizado el lenguaje de las postales románticas y ahora lo que toca es escribirse con palabras de novios antiguos de los años cuarenta. Y, aunque yo soy de esa generación en la que si tus padres te decían «te quiero» es porque o se iban a morir ellos o te ibas a morir tú, tengo el corazón débil y, cuando una persona me pide una cita con palabras tan melosas, soy incapaz de no creerme un poco la pasión que sienten hacia mí. Esas personas son las que te reciben con los brazos abiertos en un restaurante, te dan un beso apretado y unen sus pechos sin pudor contra tus pechos, por no hablar de otras partes que también entran en contacto, en estos abrazos actuales; sean hombres o mujeres los que intervengan en ellos. Esas personas son las que acto seguido de desdoblar la servilleta y ponerla sobre sus piernas, sacan el móvil del bolso o de la chaqueta y lo colocan al lado del plato. Esas personas de las que hablo, las mismas que me adoran por escrito, suelen tener un iPhone o una Blackberry, a través de los cuales me escriben a mí esos deliciosos mensajes. El problema es que mientras están conmigo no renuncian a comunicarse con terceras personas. Con un ojo me miran a mí, que estoy situada a la izquierda, por ejemplo, y por el rabillo del otro, miran a su querido aparatito. Suena una campanilla. Les ha entrado un mensaje. Lo leen tan rápido que casi no lo noto. Entonces, sonríen. Sonríen como si alguien les hubiera contado un secreto, o algo picante, o como si les acabara de llegar una información crucial. Pero, desde luego, no sonríen por la conversación que tiene lugar en la mesa. Esas personas, las mismas que, con desesperación, anhelaban verte, te dicen, perdona, perdona un momentito, y se ponen a teclear un mensajito con un solo dedo. Qué dedo más rápido tienen esas personas. Es un dedo entrenado para escribir como si a uno le hubieran amputado la mano izquierda. Una vez terminado el mensaje la conversación continúa. Continúa hasta que vuelve a sonar de nuevo la campanilla: el amante, el amigo, el jefe, el cómplice, el plasta, ha contestado. Nueva sonrisa de esas personas que nos quieren tanto. Y como poco a poco van perdiendo la vergüenza, toman el iPhone o la Blackberry con las dos manos y teclean entonces con los dos pulgares. Qué maravilla de pulgares. Parece que han ido a una academia de mecanografía con pulgares para iPhones. Viene el camarero a tomar nota de la comanda y como las personas que tanto me quieren están ya apoyadas en el plato escribiendo a velocidad de vértigo mensajes tan apasionados, imagino, como los que me pusieron a mí, soy yo la que encarga el vino, el picoteo del principio y, si se me ha informado antes, el plato elegido por las personas que tanto deseaban este encuentro. No siempre una se siente ignorada, en lo absoluto. Hay ocasiones en las que los dueños de la Blackberry o el iPhone te hacen partícipe de los mensajes recibidos, y tú puedes aportar algo en las contestaciones. A veces se trata de los amantes y entonces ya vives con excitación delegada. Ha habido ocasiones en las que las personas que me quieren se intercambian fotos con dichos amantes. No fotos a lo Scarlett Johansson, porque no son horas. Imagino que ese tipo de instantáneas de corte más íntimo las dejan para cuando están encerrados en el cuarto de baño de su hogar, mientras sus maridos o sus mujeres están acostando a los niños. El móvil ha supuesto una revolución en el universo de la infidelidad. Quiero decir con esto que no soy uno de esos espíritus rancios que discuten las ventajas que para muchos ciudadan@s ha supuesto la irrupción de la nueva telefonía. Solamente quisiera expresar el desconcierto que me produce el que personas que tanto me adoran y desean compartir una hora y media de mesa y mantel conmigo no sean capaces de olvidarse del puto móvil durante un tiempo ridículo de sus hiperconectadas vidas. Que lo comprendo todo, sí, ¡que yo también tengo iPhone!, pero que lo dejo metido en el bolso. Joé.

  • muy interesante

    Start Slow

    Editor’s note: This is a guest post from Dave Ursillo of DaveUrsillo.com.

    If there is any one indication that life is best lived slowly, it’s that among all of the busyness, racing to fulfill tasks and rushing to complete goals, there is one race that nobody wants to finish first: the race of life itself.

    Our culture has a mild obsession with racing — not racing for the sake of sport or simple competition, but racing through many aspects of our lives, so as to fulfill a sense of productivity.

    When conquer sprawling to-do lists we hopes that we will feel accomplished.

    But “productivity” is a false-comfort.

    When I remember back to my college days, I recall seeing fellow classmates who were so obsessive about fulfilling the idea that they needed to be constantly working, racing, striving and even suffering that they would spend as much time as humanly possibly within the confines of the campus library.

    It’s not that they didn’t have work to do or need to accomplish assignments (they did).

    But what I realized was that it was almost an obsessive-compulsion to simply reside — as if subconsciously reinforcing a feeling that they were being “productive,” and obliging a widely-shared notion by our culture that said, “if you aren’t constantly working, you are falling behind.”

    Do you do the same?

    Outside of a collegiate environment, as adults we still largely obsess to fulfill the idea that living in a constant state of unrelenting work is good.

    The obsession is a quiet, subconscious, subtle cultural meme that we all inherently understand as members of our society.

    And so we spend a significant portion of our lives tirelessly racing to an imaginary finish under the guise of “productivity” — only to realize that the finish line never comes.

    Before long, we forget that life itself is about experiencing the journey — not racing to the finish.

    And considering that take so many measures to prolong the length of our lives and increase the quality of them, wouldn’t it logically follow that we ought to slow down each and every day, and escape this senseless “race” mentality?

    Start Slow

    I’m as much a victim of the “race” mentality as anyone else. But what I have discovered is that the pace and quality of my days are largely dictated by how I start my days each morning.

    When I wake up, part of me feels obsessively compelled to “dive in” to my work and to-do lists. Having recently written and published my first book, on recent mornings my “race” mentality would even take the forms of physical anxiety, shortness of breath and nervousness.

    However, each morning I strive to quell those feelings by starting slow.

    I will go for a run or immerse myself in nature.
    I’ll do an hour of slow yoga.
    I will practice mindful breathing while accomplishing a short t’ai chi or qigong routine.
    I’ll read a chapter or two of a good book.
    Starting slow is less about what you do, but beginning the day in accordance with a sense of inner peace, patience, and contentment.

    And, don’t get me wrong: starting slow can feel like an agonizing affair on some mornings.

    Our self-imposed demands to constantly work, strive and race feel like an overwhelming addiction — and all we want to do is quell those subconscious demons in our heads that tell us that slowness, quietness, and simple “being” are wrong.

    However, every morning that I choose to “start slow,” something amazing happens.

    I am calm, relaxed, and balanced throughout the day. Each moment feels like a gift, and not merely an “opportunity” to accomplish goals or fulfill tasks — as if sand in an hour glass that needs to be consumed by “racing.”

    When I start slow, I am naturally more productive — and feel more accomplished by the day’s end.

    How to Start Slow

    Here’s how you can start to begin your days slowly:

    Write a list 5 activities, hobbies, or practices.
    Choose activities that are positive, constructive and/or healthy.
    Try one for every weekday morning of next week.
    Wake up earlier or go to bed sooner to best ensure you have plenty of time and energy to experience the moment.
    Focus on patience, pace, and calmness when you “start slow” each morning.
    Starting slow paces each day in accordance with a natural internal balance: a meaningful peace within that resonates with our human core, and denies the obsessive addiction to the race.

    Life itself is not a race. Nobody wins by finishing first. We all strive to live as long as we possibly can.

    And when we make the little effort to “start slow” each morning, we remember to dedicate ourselves to the journey of life itself — and not the race to reach its finish.

    Dave’s new book, Lead Without Followers: How to Save the World By Radically Redefining the Meaning of Leadership is now available. He can also be found at his blog, DaveUrsillo.com.

  • puntos importantes

    Estoy leyendo un libro y habla de los elementos necesarios para una vida feliz trabajando día a día.

    Os los resumo aquí pues me han parecido muy interesantes y concisos:

    1.Todos los días es importante un rato con nosotros mismos, de soledad, hacer algo solos nos dá una energía especial, a mucha gente le cuesta estar solo, igual porque se nutre de la energía de otros pero cuando encuentras la tuya, es como volver…

    2.Otra cosa que comenta que me parece digno de mencionar es la lectura todos los días. Leer algo para el alma, lectura espiritual o profunda. O simplemente leer.

     

    3.Otro punto importante es el ejercicio físico, nadar o correr suave para mantener el cuerpo despierto y… hacer yoga. Realmente es un punto en el que estoy a favor:-)

    4.Todos los días escuchar música. Algo que te haga vibrar.

    5.Tambien meditar y reflexionar cada día. Alguna vez hemos hecho esta meditación en clase. Observar nuestro día vivido sin emociones, como si viéramos una película y nosotros fuéramos los protagonistas. Así podemos aprender sobre nuestros actos, lo que hemos hecho bien y los errores que hemos cometido, porque así aprenderemos, haremos esos errores conscientes y no volveremos a cometerlos. Dicen que los buenos actos vienen de la experiencia y la experiencia de errar…

    6.Tambien habla de ver el amanecer, no hace falta cada día pero si verlo de vez en cuando…

    7.Por supuesto, alimentos vivos harán que nuestro cuerpo esté vivo, mas joven.

    8.Dormirte relajado es algo vital, para ello evitar libros agresivos o telediario justo antes de dormir, también dar un poco de tiempo a la mente por la mañana antes de llenarla…

    9. Sonreir. Reir. Dicen que un niño rie 300 veces al día y un adulto 15…intentar subir nuestra media.

    10.Por útimo considero importante tener un objetivo en la vida. Algún sueño. Es el último punto que os nombro. Superar los miedos enfrentándote directamente a los que mas temes. Atreverte. Romper con las obligaciones autoimpuestas y vivir como tu quieres…tu vida.

    Feliz camino.

     

     

     

  • www.asisonlascosas.com/el-paradigma-del-sistema-educativo/

  • Primer día del curso

    He estado preparando el primer día del curso. Mientras leía cositas una pequeña sonrisa se dibujaba en mi alma pues todo es lindo y puro en lo que leía. Todo es real. Factible. Pero lo bueno es que todo lo había sentido esta mañana en mi sesión. Toda la teoría ya había estado en mí… para mí eso es yoga. Lo que sientes y mueves y generas en tí a lo largo de tu sesión y lo que se queda entre sesión y sesión….No he conocido nada parecido. Algo que no se puede expresar y que cuando lo haces, dices: si!! eso lo he sentido yo también. Es otro tipo de comunicación… tu parte interna identifica las palabras que lee o que escucha y vibra…Pero lo que se mueve es distinto, no se generan pensamientos ni emociones solo te hace eso,vibrar…

    Quizá por eso estoy preparando un curso de yoga intensivo para esta tarde..:-)

  • Yoga en verano con Carmen Zancajo

    Os dejo aquí este escrito que me ha dado Carmen para los que estaís interesados en continuar vuestro yoga durante este verano en las Matas:

    «Durante esta primavera, Arantxa y yo, decidimos, mantener el centro de yoga abierto durante el verano por diversas razones.

    A veces los periodos vacacionales nos suponen una ruptura de ritmos, una serie de cambios que nos afectan intensamente; así mismo la práctica continuada sin tantas semanas de descanso, nos ayuda a mantenernos, es un apoyo y un incentivo para la propia práctica,  a la que inexorablemente debemos tender.

    Al ofreceros clases de yoga Iyengar, buscamos llegar a la postura a través, a veces, de elementos externos (cuerdas, espaldera, tacos…) para, de una manera individual, ir llegando a conquistar la postura.

    Feliz práctica amigos.»

    CARMEN ZANCAJO

    Os dejo aquí el horario que Carmen tiene disponible: lunes y miércoles de 19- 20:30 y viernes por la mañana de 10 a 11:30. Por favor, los que esteís interesados poneros en contacto conmigo para organizar el grupo.Las clases con Carmen empezarán el lunes 18 de Julio hasta Septiembre.

    Namasté