pratyahara

Los sentidos nos ayudan a conectar con el presente. Nos descubren como calmar la mente y que se quede observando lo que tiene delante. Nos ayudan en la fase de asanas donde atendemos justo lo que nuestro cuerpo está haciendo. Los sentidos se mantienen activos en la sesión para conectar con el presente y que la mente no vague al pasado y al futuro..

Pero el siguiente eslabón de la escalera es pratyahara: el control de estos sentidos. No podemos seguir evolucionando y llegar a los estados de meditación conectados con los sentidos por lo que el siguiente paso seria desapegarnos de ellos para que no sean objeto de  deseo.

Imaginad que estais en un estado de concentración en una meditación y os llega el olor del rico pollo que el vecino está cocinando, si estamos atentos al sentido del olfato incluso podemos empezar a salivar! el cuerpo está condicionado por ese olor… pero si tenemos este estado superado, pratyahara, llegará ese olor y se pasará, ya no afectará y porque estaremos en el siguiente escalón de Dharana o meditación.

Hemos hablado del sentido del gusto. No lo hemos trabajado mucho en la sesión aunque nos hemos comido unas ricas pasas y granada;) pero hemos hablado de la importancia de la alimentación consciente. Como el alimento es importante que pase tiempo en la boca en primer lugar, para su correcta digestión pero, en segundo lugar, porque se considera que el prana o energia vital que se capta de los alimentos se absorbe a través de la lengua así a mas tiempo esté el alimento en la boca mas podremos extraer su esencia vital. También es importante esta lentitud en la forma de alimentarse porque nuestro nivel de saciedad ocurre en un tiempo determinado por lo que si comemos rápido llegaremos a ese momento habiendo comido mucho! pero si comemos mas tranquilos llegará cuando he tenido una ingesta adecuada.

 

Los yoguis llevan años hablando de comer productos cercanos a nosotros y creen firmemente en la dieta disociada donde no se mezcla proteina con hidrato pero si hay que hacerlo…. con mucha ensalada antes!

Arantxa Villa.