He escrito el título de esta entrada y me he dado cuenta que se escribe igual «cuarto» de número que de habitación, y estando con Swami este fin de semana, mientras hablaba del alma, sus manos se iban al corazón. Efectivamente el cuarto chakra es el cuarto del alma, donde habita.
Si conectamos con esta enegía del amor, la compasión y la empatía, nuestra vida cambia, estamos a gusto con nostros mismos. Conectar con Anahata es como poder ir al «cuarto» donde mora nuestra parte divina , y tras estar un rato ahí, volvemos a estar bien.
Para este chackra, hemos visto diferentes posturas en esta semana, entre las que destaco la cobra, especialmente la segunda variante donde subiamos en dos fases, el camello, el arado con las piernas abiertas y brazos detrás de las espalda con manos enlazadas y la torsión donde los brazos estaban diagonales en el suelo (pronto tendré la manera de que visualiceís las posturas, hasta la fecha, preguntarme cuando queraís sobre las posturas que aquí explico…)
Meditar en el amor, el respeto y el cuidado hacía vosotros mismos y hacía los demás es siempre una buena práctica así como aprender a entrar en vuestro «cuarto».Algunas personas os intentarán impedir entrar allí pero una vez lograís entrar nadie os hará daño.
Yoga tibetano del corazón: cuando terminemos estas 7 semanas de chackras…..